Silla SEM
Qué es
Esta innovadora tecnología está aprobada por la FDA en EEUU, CE en Europa y el INVIMA en Colombia.
La Silla de Estimulación Magnética provee un tratamiento no invasivo, no quirúrgico para tratar incontinencia urinaria, fecal, incontinencia post prostatectomía radical, dolor pélvico, y pérdida de tono vaginal. La SEM genera fortalecimiento de todos los músculos del piso pélvico, restableciendo el control vesical.
Cómo Funciona
LA SEM posee una revolucionaria tecnología llamada Inervación Magnética Extracorporea (EXMI). Esta tecnología produce un campo magnético altamente enfocado, que varía con el tiempo y penetra profundamente en el periné, activando los músculos del piso pélvico mediante estimulación de las ramas de nervio pudendo.
La tecnología se basa en los fundamentos de la Ley de Inducción Magnética de Faraday. Faraday descubrió a mediados de los 1800, que se pueden generar contracciones musculares inducidas por un campo magnético que varía en el tiempo. La SEM es una elegante implementación de este principio básico.
Los pulsos de flujo magnético se producen por una cabeza especialmente diseñada, ubicada en una cómoda silla. El campo magnético pasa a través de ropa, hueso, y tejido blando para iniciar los impulsos nerviosos. Se crea un potencial eléctrico que causa flujo iónico, o corrientes Eddy en los tejidos blandos del piso pélvico. El flujo iónico lleva a despolarización de las motoneuronas en reposo y al alcanzar el umbral, se inicia un potencial de acción que se propaga hacia abajo por los axones, vía flujo de iones de NA y K. Una vez que los impulsos llegan a las placas motoras terminales, los músculos del piso pélvico responden generado un contracción proporcional al pulso de salida en la cabeza de tratamiento. El musculo se contrae y relaja con cada pulso, salvo que la salida del pulso exceda la habilidad del musculo para contraerse y relajarse lo que resulta en una contracción constante del musculo.
Tratamientos SEM
Consiste en un procedimiento que no genera dolor o incomodidad, en el cual solo se requiere que el paciente se siente completamente vestido en una silla confortable y sea tratado sin ninguna invasión corporal
Una sesión de tratamiento dura 20 minutos e idealmente debe llevarse a cabo dos veces por semana. En promedio entre 6 y 8 sesiones se evidencia mejoría, llegando a al pico de efectividad alrededor de las 20 sesiones. Es necesario un programa de mantenimiento para no perder el beneficio obtenido.